"Toda alma, tan pronto ha tomado cuerpo, es depravada por el placer y el dolor;
pues dolor y placer pertenecen a un cuerpo compuesto, y hierven en él como jugos,
y el alma entra en ellos y es sumergida en ellos.
Aquellas almas, pues, de las que la mente se hace con el mando,
son iluminadas por esta luz, la cual contrarrestra sus posesiones anteriores;
pues igual que un buen médico inflige dolor sobre el cuerpo,
cuando la enfermedad se ha posesionado de él, del mismo modo,
la mente inflige dolor al alma, despojándola del placer,
del que brotan todas las enfermedades del alma.
Y la carencia de Dios es una gran enfermedad del alma,
pues la creencia de la falta de Dios
traen en su tren toda suerte de males, y nada que sea bueno."
HERMES TRISMEGISTO
Corpus Hermeticum