En el caso de Prometeo, Zeus representa a la Hueste de los Progenitores Primarios, los PITRIS, los “Padres” que crearon al hombre sin entendimiento y sin mente; al paso que el Divino Titán representa a los Creadores Espirituales, los Devas que “cayeron” en la generación. Los primeros son inferiores espiritualmente, pero más fuertes físicamente que los“Prometeos”; y, por tanto, estos últimos aparecen vencidos. “La Hueste inferior, cuya obra destruyó el Titán, echando así por tierra los planes de Zeus”, estaba en esta Tierra en su propia esfera y plano de acción; mientras que la Hueste superior estaba desterrada del Cielo, y se encontró cogido en las redes de la Materia. Los de la Hueste inferior eran dueños de todas las Fuerzas Titánicas inferiores y Cósmicas; los Titanes superiores sólo poseían el Fuego intelectual y espiritual. Este drama de la lucha de Prometeo con el Zeus sensual, déspota y tirano del Olimpo, lo vemos representado diariamente en nuestra presente humanidad; las pasiones inferiores encadenan las aspiraciones superiores a la roca de la Materia, para generar muchas veces el buitre del dolor, del pesar y del arrepentimiento. En todos estos casos se vuelve a ver de nuevo. Un dios... encadenado, presa de la angustia; El enemigo de Zeus, odiado por todos, un Dios, que ni aun tiene aquel supremo consuelo de Prometeo, que sufría por propio sacrificio Porque a los hombres amaba demasiado; pues el Titán divino es impulsado por el altruismo, y el hombre mortal por el propio interés y el egoísmo en todas las ocasiones. El moderno Prometeo se ha convertido ahora en Epi–meteo “el que ve sólo después del suceso”; porque la filantropía universal del primero ha degenerado hace mucho tiempo en interés y adoración propios. El hombre volverá a ser el Titán libre de antaño; pero no antes de que la evolución cíclica haya vuelto a establecer la interrumpida armonía entre las dos naturalezas, la terrestre y la divina; después de lo cual se hará impenetrable a las Fuerzas Titánicas inferiores, invulnerable en su Personalidad e inmortal en su Individualidad. Pero esto no sucederá sino cuando haya eliminado de su naturaleza, todo elemento animal. Cuando el hombre comprenda que “Deus non fecit mortem” , sino que el hombre mismo la ha creado, volverá a ser el Prometeo de antes de su Caída.
Doctrina Secreta- H.P.Blavatsky