"Hoy, nosotros representamos las Fuerzas de la Naturaleza, el calor, la electricidad, con una serie de signos. Los antiguos hacían lo mismo; representaban el calor y la electricidad con una serie de signos. Pero a los occidentales actuales se les ha olvidado algo: que el calor, la electricidad, la gravitación son fuerzas, pero que por encima de toda fuerza debe haber una inteligencia que la promovió. ¿ustedes ven la fuerza? No. Lo que ustedes ven es el efecto de la fuerza. Esa fuerza también, entonces, tiene un origen metafísico, es metafísica ella misma, y esa fuerza existe, en cuanto existe una idea formadora de esa fuerza.
Todos los objetos naturales tendrían, según los magos egipcios, una raíz en ideas naturales, es decir, que todo el Cosmos ha sido pensado.
Los Dioses no mueren nunca, pero los Dioses cambian de cara, como cambian ustedes y como cambio yo. Tal vez hace muchos miles de años, en algún otro lugar, algunos de ustedes y yo hayamos estado juntos, pero no teníamos esta cara, ni estaba este escritorio.... Era otro mundo, otro cielo, otro siglo, pero en el fondo éramos nosotros mismos.
De alguna manera, los Dioses no mueren nunca, los Dioses cambian de cara, los Dioses reencarnan, o podríamos decir reespiritualizan, porque ellos no están en carne. De alguna manera los Dioses son adaptaciones que hacemos nosotros de las realidades.
Los Dioses siempre viven como también vivimos siempre nosotros. Lo fundamental, para poder conocer a los Dioses, es saber llamarles por sus nombres. Es fundamental entonces saber el nombre de los Dioses, el nombre interno de los Dioses, o sea, el mantran, como dicen los orientales, que sea capaz de invocarlos, el conocimiento interno que da la virtud, el poder estar en sintonía con el mundo de los Dioses.
Los Dioses no deben ser puertos. Los Dioses deben ser medios para llegar al lugar de donde emanan los Dioses.
Si entendemos que todos los Dioses, que todas las formas no son más que apariencias, que todos los aspectos de los Dioses no son más que transitoriedades, entonces no vamos a rendir culto a Osiris, ni a Brahma, ni a determinado Dios, sino que vamos a rendir culto a la Luz que alumbra a todas las formas y a todos los Dioses. Esa Luz es el centro de todas las cosas. El Universo es una esfera transparente en cuyo centro existe la Luz".
Fragmentos de la Conferencia "Religión y Magia Egipcia"
Prof. Jorge Angel Livraga Rizzi
Prof. Jorge Angel Livraga Rizzi
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