La Isla Sagrada e Imperecedera. La razón de este nombre es que, según se afirma, esta “Isla Sagrada e Imperecedera”, nunca ha participado de la suerte de los otros Continentes, por ser la única cuyo destino es durar desde el principio hasta el fin del Manvantara pasando por cada Ronda. Es la cuna del primer hombre y la morada del último mortal divino, escogido como un Shishta para la semilla futura de la Humanidad. Muy poco puede decirse de esta tierra misteriosa y sagrada, excepto, quizás, según una poética expresión de uno de los Comentarios, que la “Estrella Polar fija en ella su vigilante mirada, desde la aurora hasta la terminación del crepúsculo de un Día del Gran Aliento.
I. La Hiperbórea. Éste será el nombre escogido para el segundo Continente, la tierra que extendía sus promontorios al Sur y al Este desde el Polo Norte, para recibir la Segunda Raza, y comprendía todo lo que se conoce como Asia del Norte. Tal fue el nombre dado por los griegos más antiguos a la lejana y misteriosa región adonde su tradición hacía viajar cada año a Apolo, el Hiperbóreo.
Hubo un tiempo en que el delta de Egipto y el África del Norte pertenecían a Europa, antes de la formación del Estrecho de Gibraltar, y de que un ulterior levantamiento del Continente cambiase porcompleto la faz del mapa de Europa. El último cambio notable se verificó hace unos 12.000 años, y fue seguido por la sumersión de la pequeña isla Atlante de Platón, que él llamó Atlántida como su continente padre.
Ahora está probado que en tiempos geológicos recientes, esta región del Norte de África era efectivamente una península de España, y que su unión con África (propiamente dicha) se efectuó en el Norte por la ruptura de Gibraltar, y al Sur por el levantamiento a que debe su existencia el Sahara. Las costas de éste, anterior mar de Sahara, están aún señaladas por las conchas de las mismas Gastrópodas que viven en las costas del Mediterráneo”. (Prof. Oscar Schmidt. Doctrine of Descendent and Darwinism,pág. 244).
Si los griegos, en los días de Homero, conocían una tierra Hiperbórea, esto es, una tierra bendita más allá del alcance de Bóreas, el Dios del invierno y del huracán, una región ideal que los últimos griegos y sus escritores han tratado en vano de colocar más allá de la Escitia, un país donde las noches eran cortas y los días largos, y más allá de éste una tierra donde el Sol nunca se ponía y donde la palma crecía libremente; si conocían todo esto, ¿quién les habló de ello? En su tiempo, y durante edades anteriores, Groenlandia debió ciertamente haber estado ya cubierta de nieves y hielos perpetuos, lo mismo que ahora. Todo tiende a demostrar que la tierra de las noches cortas y de los días largos era Noruega o Escandinavia, más allá de la cual se hallaba la tierra bendita de la luz y del verano eternos. Para que los griegos conocieran esto, la tradición debió haberles llegado de un pueblo más antiguo que ellos, que conocía aquellos detalles de un clima acerca del cual los griegos mismos nada podían saber. Aun en nuestros días, la Ciencia sospecha que más allá de los mares polares, en el círculo mismo del Polo Ártico, existe un mar que nunca se hiela y un continente siempre verde. Las Enseñanzas Arcaicas y también los Purânas –para quien entiende sus alegorías– contienen las mismas afirmaciones. Para nosotros nos basta la gran probabilidad de que durante el período mioceno de la Ciencia Moderna, en un tiempo en que la Groenlandia era casi una tierra tropical, existió allí un pueblo desconocido ahora de la Historia".
fragmentos DOCTRINA SECRETA
H.P. BLAVATSKY
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