Sobre los Atlantes y los Angeles caídos


"Los llamados "Angeles Caídos" son la Humanidad misma. El Demonio del Orgullo, de la Lujuria, de la Rebelión y del Odio no existía antes de la aparición del hombre físico consciente. El hombre es quien ha engendrado y criado al demonio, y le ha permitido desarrollarse en su corazón; él es también quien ha contagiado al Dios que mora en él mismo, enlazando al Espíritu puro con el Demonio impuro de la Materia. 

La leyenda de los "Angeles Caídos", en su significado esotérico, contiene la clave de las múltiples contradicciones del carácter humano; señala ella el secreto de la conciencia de sí en el hombre; es el eje en que gira todo un Ciclo de vida; la historia de su evolución y desarrollo.

Los Atlantes, primera progenie del hombre semidivino después de su separación en sexos, y por tanto, los primeros engendrados y los mortales que primeramente nacieron al modo humano, fueron los primeros "sacrificadores" al Dios de la Materia. Son ellos, en el oscuro y remoto pasado, en edades más que prehistóricas, el prototipo sobre el cual se construyó el gran símbolo de Caín, los primeros antropomorfistas que adoraron la Forma y la Materia (2), culto que pronto degeneró en personal, y que luego condujo al culto sexual y al falicismo que reina supremo hasta hoy día en el simbolismo de todas las religiones exotéricas de rituales, dogmas y formas. 

De este modo fue cómo los primeros Atlantes, nacidos en el Continente Lemur, se separaron desde sus primeras tribus en buenos (1) y en malos(2); en los que adoraron al Espíritu invisible de la Naturaleza(1), cuyo Rayo siente el hombre dentro de sí mismo, o Panteístas (1), y en los que rendían un culto fanático a los Espíritus de la Tierra(2), los Poderes antropomórficos y tenebrosos, con quienes se aliaron. (2)

Los que cayeron víctima de su naturalezas inferiores, se convirtieron en esclavos de la Materia (2). De "Hijos de la Luz y la Sabiduría"(1), concluyeron por ser "Hijos de las Tinieblas"(2). Cayeron en la batalla de la vida mortal con la Vida inmortal, y todos los que cayeron así, fueron la semilla de las futuras generaciones de Atlantes.

Los Misterios del Cielo y la tierra revelados por sus Maestros Celestes en los días de su pureza se convirtieron en un foco de luz cuyos rayos se debilitaban necesariamente al difundirse y derramarse en un suelo refractario, por lo demasiado material. Entre las masas esos misterios degeneraron en Hechicería  y tomaron más tarde la forma de religiones exotéricas, de idolatría llena de supersticiones, y del culto al hombre. Solamente un puñado de hombres primitivos -en quienes ardía brillantemente la chispa de la Sabiduría Divina, la cual aumentaba su intensidad(1) a medida que se tornaba más y más tenue a cada edad en los que la empleaban con fines maléficos(2)- permanecieron como custodios electos(1) de los Misterios revelados a la humanidad por los Maestros Divinos. 

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El pecado no consistió en usar de los nuevos poderes desarrollados, sino en usarlos malen hacer del tabernáculo, destinado a contener un Dios, el templo de todas las iniquidades espirituales.(2) Los poderes y atributos del Hombre-Deva se hicieron servidores de las pasiones fisiológicas y psíquicas,(2) que acaban de despertarse en el hombre físico, en lugar de ser lo contrario, el Ojo perdió sus poderes. Extinguió en ellos todo fulgor espiritual y divino. Cayeron víctimas de sus naturalezas animales y criaron "monstruos"...


fragmento de Doctrina Secreta - H.P. BlAVATSKY

(1) Hijos de la Luz y la Sabiduría 
(2) Hijos de las Tinieblas

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