La fuerza ciega a dominar...la luz astral

Resultado de imagen de imagenes de la luz astral

Eliphas Levi, el mago moderno, concreta el concepto de luz astral en la siguiente frase: "Para adquirir facultades mágicas se necesitan dos cosas: redimir la voluntad de toda servidumbre y ejercitarse en regularla".

La voluntad soberana está simbolizada por la mujer que aplasta la cabeza de la serpiente y por el arcangel que mata bajo sus pies al dragón infernal. Las antiguas teogonías representaron en figura de serpiente con cabeza de toro, carnero o perro, el agente mágico, la doble corriente lumínica, el fuego viviente y astral de la tierra, cuyos símbolos diversos son: la doble serpiente del caduceo; la serpiente del paraíso; la serpiente de bronce de Moisés enroscada en el tau o lingam generador; el macho cabrío de los aquellares sabatinos; el bafomete de los templarios; el hylé de los agnósticos; la doble cola de serpiente del gallo solar de Abraxas, y finalmente el diablo de los católicos. Pero en su verdadero significado es la fuerza ciega contra la cual ha de prevalecer el alma para libertarse de las ligaduras terrenas, porque si su voluntad no las libra de "esta fatal atracción, quedarán anbsorbidas en la corriente de fuerza que las produjo y volverán al fuego central y eterno".

Los teologos cristianos los desvirtuaron para forjar el dogma del infierno. Literalmente significa dicho fuego la luz astral o principio generador y destructor de las formas. A este propósito dice Levi:

"Todas las operaciones mágicas consisten en desprenderse de los anillos de la serpiente y ponerle el pie encima de los anillos para dominarla a voluntad. En el mito evangélico dice la serpiente: "Te daré todos los reinos de la tierra si postrado me adoras". A lo que responde el iniciado:" No me postraré, antes bien tú caerás a mis pies. Nada puedes darme y haré de ti lo que me plazca. Porque yo soy tu señor y dueño".  Este es el verdadero significado de la ambigua respuesta de Jesús al tentador... Así, pues, el diablo no es una entidad, sino una fuerza errática como su nombre indica; una corriente ódica o magnética formada por una cadena de voluntades malignas, productora del espíritu diabólico, llamado legión en el Evangelio, que animaba a la piara de cerdos precipitados en el mar. Este pasaje es una alegoría de cómo las fuerzas ciegas del error y el pecado arrastran precipitadamente a la naturaleza inferior"


fragmento de ISIS SIN VELO- H.P.Blavatsky

No hay comentarios:

Publicar un comentario