Dharma del "Ojo" y Dharma del "Corazón" : Los dos senderos




El Dharma(1) del "Ojo" es la encarnación de lo externo y de lo no existente


El Dharma del "Corazón" es la encarnación de Bodhi (2) lo Permanente y lo Eterno


1) Doctrina, Ley, Deber
2) La Sabiduría verdadera, divina


Vé en busca de los Senderos. Pero, sé limpio de corazón antes de emprender el viaje. Antes de dar el primer paso, aprende a discernir lo verdadero de lo falso, lo siempre fugaz de lo eterno. Aprende sobre todo a distinguir la Sabiduría de la Cabeza, de la Sabiduría del Alma; la doctrina del "Ojo", de la del "Corazón".

Verdaderamente, la ignorancia se asemeja a un vaso cerrado y sin aire; el alma es como un pajarillo preso en su interior. No gorjea ni puede mover una pluma, mudo y aletargado queda el cantor, y exhausto muere.

Pero aun la ignorancia misma es preferible a la Sabiduría de la Cabeza, si ésta no tiene la Sabiduría del Alma para iluminarla y dirigirla.

Las semillas de Sabiduría no pueden germinar ni desarrollarse en un espacio sin aire. Para vivir y cosechar experiencia, necesita la mente anchura y profundidad y fines que la traigan al Alma-Diamante. No busques tales fines en el reino de Maya; remóntate por encima de las ilusiones, busca el eterno e inmutable Sat, desconfiando de las falsas sugestiones de la fantasía.

El falso saber es desechado por el sabio y esparcido a los vientos por la buena Ley. Su rueda gira para todos, así para el humilde como para el soberbio. La "Doctrina del Ojo" es para la multitud, la "Doctrina del Corazón", es para los elegidos. Los primeros repiten con orgullo "Ved, yo sé", los segundos, aquéllos que humildemente han recogido la cosecha dicen: "Así he oído yo".

Los dos senderos:

El sendero patente, el camino que conduce a la  bienaventuranza egoísta, despreciada por los Bodhisattvas del "Corazón Secreto", los Buddhas de Compasión.

Vivir para el bien de la humanidad, es el primer paso. Practicar las seis virtudes gloriosas, es el segundo.

Tomar para sí la humilde vestidura del Nirmanakaya, es renunciar a la eterna felicidad de uno mismo, para contribuir a la salvación del hombre. El obtener la bienaventuranza del Nirvana y renunciar luego a ella, es el paso final, supremo, el más alto en el Sendero de la Renunciación.

Sabe, discípulo, que éste es el sendero secreto escogido por los Buddhas de Perfección que han sacrificado el Yo a los Yos más débiles.



En la "Gran Jornada" las causas a cada hora sembradas llevan consigo cada una de ellas, su cosecha de efectos, porque la inflexible Justicia sigue al mundo. Con poderoso impulso de acción que jamás yerra, aporta a los mortales vidas de felicidad o de sufrimiento, progenie kármica de todos nuestros anteriores pensamientos y actos.


fragmentos LA VOZ DEL SILENCIO
texto Tibetano
Recopilado por H.P.Blavatsky

1 comentario:

Unknown dijo...

Como cuesta al discipulo sincero poder limpiar el corazon, insertado en un mundo que enloquecio de la mano del materialismo, agrego la propia incapacidad y a veces negligencia prestando oido a las cosas que criticamos, pues el conocete a ti mismo lo olvidamos en medio de la contienda, y navegamos en dos aguas, las ansias mundanas y las aspiraciones de nuestra naturaleza espiritual. Somos Uno esencialmente, pero en la practica estamos en plena guerra interna, pienso que la sinceridad de nuestra circunstancia debe hacerse patente, y ir aclarando que queremos,,,ser buenos discipulos o vivir un continuo desgarramiento por falta de coraje, voy a luchar con mis sombras aunque sea lo ultimo que haga, y seguir mi Dharma del corazon, sin esperar el fruto de mis actos, y ayudar a mis hermanos siempre !

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